Desarrollo radicular

“Lo esencial es invisible a los ojos”

Célebre y sabia frase que aplica perfectamente al concepto de NVA, si tenemos en cuenta que la raíz no solo es la principal boca de alimentación, sino que también es el “cerebro” de la planta ó lugar donde se reciben estímulos clave del ambiente y envían señales para el crecimiento. A su vez, es también el lugar por donde se eliminan determinados compuestos fitotóxicos y el sitio donde se alojan microorganismos benéficos que colaboran en el desarrollo de la planta.

 

Tenerlo en cuenta y aplicar durante todo el ciclo de cultivo lo que llamamos TDR (Terapia para el desarrollo radicular) no solo nos dará fuertes cimientos para tolerar mejor cualquier tipo de estrés, sino que será la base para darle una buena floración y llenado de frutos ó granos a cualquier cultivo.

Para ello debemos entender, que si bien el sistema radicular principal se irá envejeciendo (suberificando) será la base para la formación de raíces nuevas a lo largo de todo el ciclo del cultivo, siendo estas las más capacitadas y por tanto encargadas de absorber la gran mayoría de los nutrientes. También serán las únicas capaces de generar en sus ápices la hormona Citoquinina, responsable de iniciar procesos vitales como el cuajado de flores y el propio crecimiento de hojas, frutos ó granos.

 

Si bien herramientas como el Acrecio son ideales para estimular el desarrollo radicular, hay que tener en cuenta que deberán también estar presentes determinados nutrientes clave para su desarrollo.


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